Alto Rendimiento o los rockeros se visten de marca - Backstage - Coaching de Moda
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Alto rendimiento o los rockeros también se visten de marca

Alto Rendimiento o los rockeros se visten de marca

En ocasiones, nos vemos involucrados en conversaciones surrealistas. Y, últimamente, creo que me he convertido en un imán para todas ellas.

La última fue hace unos días. Comentando, aún, el concierto de Guns’n’Roses, se generó la discusión de los looks de su cantante, Axl Rose. Por supuesto, ya no es aquel jovencito rubio de pelo largo que saltaba por el escenario con un kilt y una badana ostentosamente ancha sobre su frente. Axl se ha convertido en un hombre al que el paso de los años no ha favorecido y que ha ido desprendiéndose de ese estilo rompedor, atrevido e irreverente. Sus seguidores estaban indignados, desde hacía años, por este cambio. Más ahora que volvía a los escenarios. ¿Cómo era posible que ellos, a pesar de la edad, vistieran camisetas negras de rosas y armas, mientras él paseaba prendas de diseñadores de moda? Y, mientras más hablaban, más pensaba yo en las hermanas Mulleavy, grandes diseñadoras de Rodarte. Está claro, en casa del herrero, cuchillo de palo.

Y eso es lo que nos pasa hoy en día. Nos despertamos en un mundo 24/7 que nos exige, cada vez más y en más profesiones, un desempeño impecable y coherente a prueba de errores. En un mercado que no nos pasa ni una. Viviendo una profesión que nos exige más allá de los límites que esperaríamos. Por encima de nuestros rivales pues “donde te encuentro a ti, encuentro a cincuenta”.

Tenemos que estar listos a cada minuto de cada día, porque no nos podemos permitir que un encargo de última hora se pierda por no tener disponible el objetivo necesario o la brocha que hemos olvidado reponer o la plancha que hemos quemado. No puedes perder un trabajo porque ayer salieras toda la noche y hoy tengas una cara que ni el más grueso de los maquillajes pueda tapar. No puedes permitirte que te descubran bajando la basura con tu pijama de ositos favorito o muy rápido tendrás que reaccionar en las redes. La competencia es real, el mercado es más dictador que nunca y sí, te puede llevar a perder la cabeza. Pero sólo si no tienes tu meta clara.

 

Por ello, la moda es el ejemplo perfecto del alto rendimiento.

 

Es un mundo que, en cualquiera sus áreas, te exige dedicarle al día más horas de las que se esperaría en cualquier trabajo según normativa laboral. Esta exigencia ya no es en tiempo, si no que es también en resultados: el proceso es importante, pero el resultado, algo puntual, determinará en alto porcentaje el valor final. Más aún, ese resultado estará marcado por la exigencia de tu cliente, del mercado y de tus competidores en ese momento.

Porque, no neguemos lo evidente, el mundo de la moda es precioso, pero es tan competitivo que ha llegado a vivir momentos de boicot entre profesionales a nivel propio de suburbio. Sólo los que saben a dónde van y desean llegar, se atreven a empezar el camino y superan sus mayores miedos. Si tienes una visión, nada te puede detener. Por mucho esfuerzo que te exija.

La discusión se zanjó con un “¿Pero Axl Rose no es el cantante de AC/DC? Dejaos de tonterías, el tío tiene un vozarrón incapaz de superar. Es un genio y brindo por él, que sigue luchando por lo que le gusta”. Yo brindo por él y brindo por vosotros, que os habéis comprometido con una meta de alto rendimiento, por la que lucháis y sonreís cada día por tener más cerca.

 

Bienvenidos a la selva (Welcome to the Jungle) que os llevará, a través de una autovía al infierno (Highway to Hell) a llamar a las puertas del cielo (Knocking on Heaven’s Doors).

 

 

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