
02 Jul Coaching o las supermodelos también tienen miedo
Momento histórico. 5 de agosto de 2016. Gisele Bündchen, retirada hacía algo más de un año, volvía a las pasarelas de forma puntual en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Cola de sirena, pasarela larguísima y “La chica de Ipanema”, interpretada por Daniel Jobim, nieto del mítico cantautor brasileño, sonando de fondo. Paso firme y pausado, mirada entusiasmada. Elegancia, belleza y emoción en estado puro.
El programa GNT Fashion entrevistó a Gisele tras esta aparición. Sus declaraciones no dejaron a nadie indiferente: “Dije: dios mío, ¿y si me caigo aquí?¿Y quién me vendrá a levantar con esta cola de sirena?” Estos pensamientos llegaron a atormentarla tanto que estuvo a punto de llorar segundos antes de salir. Un pensamiento único, recurrente. Una grandísima profesional bloqueada por su propia mente.
Pero, ¿esto le pasa sólo a Gisele Bündchen? Don Shula, coach del equipo de fútbol los Dolphins de Miami, descubrió que el principal enemigo de los deportistas era su propia mente. Durante años observó cómo jóvenes deportistas, sanos, con potencial, parecían enfrentarse a paredes invisibles que les impedían avanzar. También Tim Galloway, jugador y entrenador de tenis, tras su aprendizaje de meditación con el Gurú Maharaj Ji (¡el de los mismísimos Beatles!), descubrió que los jugadores tenían su rival más poderoso en su mente, con lo que, tomando conciencia de ello, mejoraban su concentración y su juego. Dicho en otras palabras, ambos descubrieron que tu mente puede convertirse en una interferencia tan potente que te impida llegar a tu potencial. Que te bloquee hasta el punto de llorar antes de salir a pasarela.
Pero, ¿qué es el coaching?
¿Qué tiene que ver con esto el coaching y, sobre todo, por qué hablo de deporte? Muy fácil. El coaching, esa palabra de pronunciación extraña (¿coachin? ¿couchin?) que se ha ido metiendo en nuestras vidas desde los años 90, nace del mundo deportivo. Más allá de evoluciones etimológicas que nos remonten a pueblecitos húngaros con sus coches de caballos. Y de ellos tomamos los tres términos que empleamos actualmente hasta la saciedad: “coaching”, que sería el proceso; “coach”, que sería quien lo facilita; y “coachee”, que sería quien lo recibe.
Pero aún así, seguimos sin saber de lo que estamos hablando. Tiremos de expertos. La International Coaching Federation (ICF) define el coaching como:
“una relación profesional continuada que ayuda a que las personas produzcan resultados extraordinarios en sus vidas, carreras u organizaciones. A través de este proceso, los clientes ahondan en su aprendizaje, mejoran su desempeño y refuerzan su calidad de vida”.
Maravillosa definición que podemos sintetizar en:
“aquel proceso, personalizado y confidencial, que te ayuda a aprender para que superes el vacío existente entre lo que eres ahora y lo que deseas ser.”
(Villa y Caperán, 2010)
Porque el límite de nuestro potencial es imposible alcanzarlo de modo improvisado y solitario, en ocasiones, necesitamos que nos acompañen.
No es un proceso fácil, exige mucho esfuerzo y sólo es apto para quienes se comprometen con sus metas. Pero es altamente eficaz. ¿Quieres ser un profesional que supere sus limitaciones? ¿Quieres ser un fuerte competidor? ¿O dejarás que tus miedos te impidan salir a la pasarela?
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